Siente que la vida se vive.

"Solo piensa en las personas que quieren que sigas con vida - no te mientas, son muchas-. Sé que sonreirás."

jueves, 29 de diciembre de 2016

Dana Sad

¡Maldita sea esta vida! ¡Bendito sea el destino!

Muchos puntos negros han invadido mi piel. Se han quedado clavados, sumergidos entre tanta piel en mi nariz. No quieren irse, Permanecen complementarios a mi, me miran cada mañana, me saludan y acompañan a la universidad. Cada vez que puedo los recorro con mi dedo para poder sacarlos sin éxito alguno. Por la tarde, me resigno y luego acepto que debo hacerme un tratamiento a la piel para poder eliminarlos. Acabar con ellos. Expulsar uno a uno y sellar mis poros abiertos.

Más o menos así es el nivel de tristeza y drama que tengo en estos momentos gracias a lo "nuestro". Me siento la más desagradable. Superar nuestra historia de amor es todo un lío. Cada día no pensar en ti es como dejar de querer adelgazar. No pertenecemos al mismo camino. Estas  enfocado en lo tuyo y yo ando sin rumbo por la vida. Necesitas a alguien adecuado para ti. No entiendo porqué nos aferramos a esto. Lo hace más doloroso, más mierda. Me hace sentir más mierda. No sé como te sientas. Nunca pude entender ese modo de acelarar todo este proceso y mantenerte en tu centro. Eso es lo que más amo de ti: tu calma, tu paciencia. Por favor, sé feliz. Sonríe mucho.

Dejémosnos de amar. Dejemos que todo esto fluya. Fuiste especial. Fuiste un algo.

-SunnySun

sábado, 3 de diciembre de 2016

Elígeme

Nadie lo reconocía. Los guiones de esta película no fueron los correctos. Los veía y no podía creerlo. Las acciones no eran la escencia del actor. Él se sentía incómodo, se sentía infeliz haciendo el papel. Las repercuciones se dieron a conocer al instante. Culpa, remordimiento, fingir no estaba en sus planes. Decidió ser honesto y no callar. La experiencia y las traiciones le enseñaron que las mentiras no eran una solución.
Lo fue. Expresó sus ideas sin coherencia, entre lágrimas. La decepción se apoderó de sus ideales. Se negaba a aceptar que fue él quien destruyó cada naipe. No atinaba a razonar. Solo lloraba desconsoladamente. Gritando que lo sentía, porque realmente lo había sentido. Su corazón pudo sentir como el otro se rompía.
Lo abrazó y solo pedía perdón. Lo besó y solo pedía perdón. Lo miró y solo pedía perdón. Lloró mares y solo pedía perdón. No se permitía dejar de hacerlo. Jamás, ni en su imaginación pensó cometer el peor error de su vida. Hasta el momento, había arruinado varias torres pero nunca una como esa.
A pesar de todo, después de varias horas, dijo: "Elígeme, por favor. Siempre serás mi estabilidad. Siempre lo fuiste. Elígeme... No quiero perderte. No dejes que exista sin saber de ti". Hubo silencio y una mirada de compasión. Cayeron gotas y su respuesta fue hiriente. Se alejó y no volvió más.