Un soleado día inesperado. Un clima que para todos es gozar al máximo su potencial ya que ha estado nublado durante muchos días. La brisa suave acaricia la piel de todos llenándola de tanta frescura que la aman y cómo no amarla cuando te llena de vitalidad. Todos excepto Sunny está feliz de ese día. Ella que le da la contra no quería hacerlo justo en ese momento. Se sentía cabizbaja y fastidiada a la vez por no aprovechar ese día en hacer actividades que recreen su imaginación y rutinaria vida. Ella mira a su ordenador y no le apetece nada. No quiere ver a sus bandas favoritas, no quiere entretenerse con cualquier noticia. No quiere nada. Simples palabras. Al fin y al cabo ella decide estar como se le de la gana. Así siempre se repite cuando está en "sus días" y no es necesariamente por 'Andrés'.
A Sunny le pesa la vida pero siempre hay una rayito de luz que la anima aunque no esté siempre con ella. Ese día necesita de su rayito de luz. No apareció nunca. Sunny intentó crear a su rayito de luz. Formó con una hoja de papel su rostro. Lo imaginó y lo dibujó. Pero al besarlo pues éste se mojó. Intentó recrearlo en su imaginación pero cuando quiso tocarlo sus manos no sintieron nada. Deseó buscarlo en línea pero éste estaba ocupado y no pudo atenderla. Quiso buscar sus fotos en su memoria USB pero solo lo tenía en una vieja imagen. Frustada no quiso nada otra vez. No quiso intentar nada. Sunny no quería reconocer que había un lazo como cadena que la ataba a su rayito de sol. Nunca lo iba a reconocer.
Sunny solo lloró ese día en el cual todos reían y se carcajeaban del sarcástico clima que les regalaba un día soleado.
